El recién nombrado presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lleva días copando las portadas de la mayoría de medios de comunicación en todo el mundo. Sus intenciones de cara a los próximos cuatro años son claras, pues centra todos sus propósitos en el proteccionismo del país y su economía. Sin embargo, pese a que esto puede verse como algo positivo para la región de Norteamérica, lo cierto es que afecta directamente a Europa y otros mercados.
Concretamente, Trump ha anunciado en múltiples ocasiones que su intención es traer a la mayoría de sectores empresariales a que fabriquen sus productos dentro de sus fronteras. En caso de que la compañía en cuestión se niegue a ello, se enfrentará a importantes aranceles a la hora de comercializar dentro de Estados Unidos.
Y como puede verse, esto afectará directamente al sector automotriz, pues la mayoría de compañías cuentan con fábricas repartidas por todo el mundo: China, Europa u otras regiones incluso del continente americano. Ejemplo de esto es el Grupo Volkswagen, pues el conglomerado se verá directamente afectado por la decisión de Trump y ya está pensando en como entablar importantes negociaciones con el ejecutivo del país para así evitar la imposición de aranceles u otras sanciones.
El Grupo Volkswagen ya piensa en abrir negociaciones con Estados Unidos
Hace unos días, antes incluso de la proclamación oficial de Donald Trump como presidente estadounidense, un portavoz del Grupo Volkswagen ya advirtió la llegada de tiempos difíciles para la compañía. Específicamente advertía de un “impacto económico dañino” por las posibles sanciones arancelarias que Trump propone a las importaciones desde México.
Recordemos que el Grupo Volkswagen cuenta con un punto de fabricación en Puebla, México, donde produce casi 350.000 vehículos entre los que se encuentran modelos como el Jetta, Tiguan o el Taos. Todos ellos se exportan directamente hasta Estados Unidos.
Dando credibilidad a la amenaza de Donald Trump, el ejecutivo del país podría imponer aranceles de hasta un 25 por ciento a la importación de productos provenientes desde México. Aunque esto no es algo que se haya oficializado aún, un primer comentario del presidente electo ya ubica la entrada de dicho impuesto a partir del próximo día 1 de febrero de 2025. Además, a falta de un anuncio concreto, también podría decretar aranceles a los productos provenientes de ciertas partes de Europa.
Por ello, desde el conglomerado automotriz ya se plantean cómo hacer frente a las más que posibles negociaciones. “El Grupo Volkswagen está preocupado por el impacto económico dañino que los aranceles propuestos por la administración estadounidense tendrán sobre los consumidores estadounidenses y la industria automotriz internacional. Valoramos la colaboración y el diálogo abierto. El Grupo Volkswagen espera continuar su duradera y constructiva colaboración con la administración estadounidense”, afirmó un portavoz de la compañía en una declaración publicada por Automotive News Europe.
Este es uno de los frentes que tiene abierto el Grupo Volkswagen, pero lo cierto es que también se enfrenta a otra ‘batalla’ en su propio país de origen, Alemania. La compañía se encuentra luchando contra las importaciones de asequibles vehículos provenientes desde China, así como a un descenso en el número de sus ventas en la propia China. Del mismo modo, también están trabajando arduamente para poder tener una gama de coches eléctricos ‘baratos’ cuanto antes.