Los coches eléctricos están rompiendo esquemas. La industria del motor se está transformando rápidamente para unirse al presente y al futuro. Nunca antes habíamos visto semejantes cambios producirse tan deprisa. Todos los fabricantes del mundo tienen que adaptarse de la mejor forma que puedan, sin excepción. Hoy ya vemos un Rolls-Royce eléctrico, pronto Ferrari se sumará a la fiesta y los pequeños fabricantes harán lo propio, Caterham entre ellos. Tras 50 años de vida, los ingleses planean su lanzamiento más radical hasta la fecha y, cómo no, es eléctrico.
Tampoco es ningún secreto que los de Crawley llevan mucho tiempo trabajando en un nuevo modelo. Lo que no imaginábamos es el cambio tan radical que supondrá para la filosofía de la compañía. No nos referimos sólo a la parte mecánica, que también, sino, sobre todo, al cambio estético. La primera imagen desvelada por Caterham nos permite ver un deportivo de formas puras que nada tiene que ver con los históricos modelos de la compañía. Cabina cerrada, líneas fluidas y proporciones típicas de cualquier coche de alto rendimiento.
Se podría decir que la presentación no puede ser más clásica, pero si tenemos en cuenta que hablamos de Caterham, estamos ante un modelo extraño para ellos. Absolutamente nada tiene que ver con el Caterham Seven Electric que conocimos hace unos días. Entonces sí que se podía reconocer rápidamente la filosofía estética de la casa. Cabina abierta con jaula antivuelco al descubierto, morro alargado, ruedas en los extremos y los habituales faros redondos en el morro. Todo es normal en una parte eléctrica que le permitirá alcanzar los 320 caballos de potencia y una batería de 50 kWh de capacidad.
En Caterham identifican a su nueva criatura bajo el código interno de Proyecto V. Los ingleses reconocen que todo el proyecto ha girado en torno a varios aspectos importantes para ellos. El principal, sin duda, es el peso. La ligereza ha sido fundamental para la compañía de Graham Nearn desde su constitución. En el pasado, el Seven llegó a mostrar mejores ratios de peso-potencia que un Bugatti Veyron. El nuevo modelo mantendrá esa filosofía vital, aunque por ahora no sabemos cuánto pesará ni qué potencia alcanzará.
Otro concepto básico es la diversión al volante. El Caterham Seven no será un coche práctico para el día a día, pero pocos los hay mejores para el entretenimiento. Su techo rígido le permitirá ofrecer un comportamiento más equilibrado, aunque perderá esa esencia de ir al descubierto. La compañía lo describe como “la esencia de un automóvil deportivo con un sistema de propulsión eléctrico” y “una declaración de intenciones”. Palabras marquetinianas que tendrán que demostrarse una vez el coche sea presentado el próximo 11 de julio durante la celebración del Festival de la Velocidad de Goodwood.