Estados Unidos, la nación por antonomasia de la libertad, deja mucha rienda suelta a la hora de hablar de estandarizaciones en la industria del coche eléctrico. Si bien en Europa llevamos años con un formato homologado para la carga, el famoso CCS, en ultramar siguen apostando por diversos puntos. Sin embargo, algo está cambiando en el país y, cómo no, Tesla se está llevando el gato al agua. Los de Austin no sólo dominan el mundo de las ventas de coches eléctricos, sino también el de la recarga, más si cabe con una práctica solución que acaban de sacar al mercado.
Como ya hemos dicho, Tesla es la principal proveedora de vehículos y de soluciones de carga a nivel mundial. La compañía de Elon Musk domina el mercado en todos los sentidos. Tanto que muchos otros fabricantes han reconocido su hegemonía al admitir el formato de carga NACS, exclusivo de Tesla, como el estándar para sus coches eléctricos en EEUU. Ford fue la primera gran empresa rival en dar el salto y, tras ella, se ha producido una cascada de anuncios que han convertido el formato NACS en el sistema oficioso, que no oficial, de carga en el país.

Sin embargo, la transformación total no será hasta el año 2025. Durante este curso y medio que resta, Tesla abrirá sus grandes instalaciones de carga rápida al resto de compañías, pero los coches que no sean de la marca todavía tendrán que dar un paso que, en ocasiones, puede resultar más molesto de lo que pueda imaginarse. Nos referimos obviamente al uso de un adaptador de carga. Si cualquier usuario ajeno a la compañía quiere emplear los puntos de Tesla debe usar un cabezal que permite la conexión, de lo contrario se queda con las ganas de aprovechar la excelente red de carga de los de Austin.
Teniendo esto en cuenta, Tesla acaba de sacar al mercado, sólo en Estados Unidos, donde sus coches eléctricos mantienen el cargador propietario, una solución de lo más práctica. Se trata de un punto de carga doméstico, prácticamente idéntico a cualquier Wall Connector que todos conocemos desde hace años. Sin embargo, el nuevo diseño está inspirado en el Magic Dock de los Supercharger. Mediante una pequeña pestaña, el usuario puede liberar la toma NACS o bien, pulsando dicha pestaña, el adaptador integrado que le permitirá conectar el punto al coche sin necesidad de un tercer elemento. En Europa este inconveniente no ocurre ya que Tesla adapta sus coches de fábrica al puerto CCS.
La integración resulta de lo más práctica ya que los usuarios no tendrán que estar buscando el adaptador J1772, conectándolo en el coche y posteriormente conectar la manguera NACS. Por supuesto, todo ello sin perder ni una sola de las cualidades de carga que siempre han mostrado los cargadores domésticos de Tesla. Eso quiere decir que son capaces de recuperar hasta 71 kilómetros de autonomía en apenas una hora y de trabajar en una corriente de hasta 22 kW con redes eléctricas trifásicas. El precio de venta al público es de 575 dólares, una cantidad muy similar a la del punto que ya estaba a la venta. Las primeras entregas se realizarán en octubre.