Hace unas semanas, se hacían realidad los peores presagios sobre la empresa británica de baterías Britishvolt. Se declaraba en bancarrota acabando con la esperanza de poner en marcha su fábrica de Reino Unido para la que necesitaba 4.340 millones de euros. La industria británica del automóvil perdía su mejor baza para el suministro de este importante componente para sus fabricantes, ya que prometía una capacidad de 38 GWh anuales, es decir el suministro suficiente para 300.000 coches eléctricos.
La multinacional de finanzas y auditorías Ernst & Young (EY), designada como administradora de Britishvolt, dijo que el proceso de licitación había recibido "múltiples enfoques de las partes interesadas y numerosas ofertas". La más importante, y la que renueva el optimismo de Gran Bretaña para construir una industria nacional de baterías para vehículos eléctricos, es la empresa australiana Recharge Industries.
El mejor postor para la compra de Britishvolt es una división de la empresa Scale Facilitation con sede en Nueva York. Actualmente, está construyendo una fábrica de celdas de iones de litio a gran escala en Australia que arrancará su producción el próximo año. "Estamos encantados de progresar con nuestra propuesta de oferta por Britishvolt y no podemos esperar para comenzar a hacer realidad nuestros planes para construir la primera gigafábrica del Reino Unido", ha declarado el CEO de Scale Facilitation y fundador de Recharge, David Collard. “Después de un proceso competitivo y riguroso, estamos seguros de que nuestra propuesta brindará un resultado sólido para todos los involucrados", ha añadido
El acuerdo de compra de Britishvolt por parte de Recharge debería completarse dentro de los próximos siete días, ha aclarado EY, que no ha especificado los detalles de la oferta.
Reino Unido necesita a Britishvolt
El ambicioso plan esbozado previamente por Britishvolt incluía una planta de fabricación de celdas de baterías situada en el norte de Inglaterra con una capacidad anual de fabricación de 38 GWh. Blyth se consideraba la mejor ubicación de Gran Bretaña para fabricar baterías, ya que la empresa ya era propietaria del terreno y contaba con todos los permisos. Allí se crearían 3.000 puestos de trabajo directos y 5.000 indirectos.
Si bien arrancaría sus actividades en 2024, el pasado mes de agosto se retrasó la fecha hasta mediados de 2025 debido a diversas causas, entre ellas que Britishvolt solo había sido capaz de recaudar alrededor de 223 millones de euros de los 4.340 que necesitaba.
Bajo la batuta del ex primer ministro Boris Johnson, el Gobierno británico había promocionado el proyecto como un hito importante hacia la construcción de una industria de vehículos eléctricos a medida ya que prohibirá los automóviles con motor de combustión en 2030.