Solemos pensar que lo moderno es mejor que lo viejo o lo clásico, pero no siempre es así. En el sector de la automoción hay ciertos aspectos tradicionales que siguen vigentes no por meras cuestiones de sentimentalismo, sino por poderosas razones de seguridad y practicidad. Tesla se ha propuesto romper las reglas de la industria, pero el resultado no siempre se ajusta a lo que ellos imaginaban. Las autoescuelas de Noruega están empezando a vetar los nuevos modelos de la marca americana al presentar un peligroso defecto de diseño que Tesla ya sabe que no gusta a muchos de sus clientes.
Nos estamos refiriendo ni más ni menos que a la palanca de los intermitentes. Colocada en la columna de dirección, lo más cerca de la mano del conductor, el indicador de giro ha estado siempre ahí por una sencilla cuestión de ergonomía. Tal y como dictan las normativas de seguridad vial de todo el mundo, es obligatorio indicar cualquier giro que vayamos a realizar con el coche, ya sea un sencillo cambio de carril, la incorporación a una carretera o la salida de una rotonda. Siempre hay que advertir al resto de usuarios de la vía de la maniobra que vamos a realizar y, para eso, hay que echar mano de los intermitentes.
Tesla se ha empeñado en romper la tradición y el resultado no siempre es bueno
Desde el principio, Tesla ha sucumbido a los tradicionalismos de la industria, incorporando la palanca de los intermitentes en su posición natural. Sin embargo, en sus últimos lanzamientos la compañía americana ha decidido dar un giro crucial e incorporarlos en el propio volante. Mención aparte requiere el medio volante de los Model S y Model X renovados.
Todo el mundo, salvo los seguidores más acérrimos de la marca, reconoce que el volante yugo es tan peligroso como inútil. Difícil de controlar, complejo de utilizar y un problema de seguridad para los usuarios. Nosotros ya lo hemos probado (o sufrido). Tras un periodo inicial donde Tesla no reconocía su error, los de Austin no han tenido más remedio que cambiarlo por el clásico aro.
La tradición se ha impuesto a la innovación. La lógica al diseño. A día de hoy, el volante yugo es un opcional, cuando antes era el elemento de serie. Sin embargo, completar la circunferencia no ha erradicado otro grave problema. Tesla ha diseñado sus coches nuevos para que estos no puedan incluir palancas en la columna de dirección. Todas las funciones habituales de dichas palancas se realizan a través del volante, incluidos los intermitentes. En pleno giro es casi imposible saber dónde está el botón de activación del intermitente y es por eso que las autoescuelas de Noruega están vetando el uso de los Tesla más recientes en su lista de coches de enseñanza, tal y como apuntan fuentes locales.
El país nórdico tiene un apetito voraz de vehículos eléctricos. Un alto porcentaje de sus matriculaciones corresponden a coches eléctricos y Tesla domina el mercado. Muchos conductores noveles están empezando a dar sus primeros pasos tras el volante y las autoescuelas ofrecen cada vez más coches eléctricos, aunque estos no serán Tesla por las evidentes razones ya comentadas.
Tesla asegura que su diseño se debe a que pronto no será necesario activar los intermitentes ya que la conducción autónoma suplantará cualquier acción requerida por el ser humano. Por muy buenas intenciones que tengan, hasta que ese día llegue, sí son necesarios y, por ahora, nadie ha vaticinado de forma concreta cuándo será el momento de eliminarlos.