El 2024 no pasará a la historia como el mejor año de Volkswagen. Los alemanes han pasado 12 meses muy duros. Largas jornadas en las que se han buscado soluciones para reducir los gastos. Se han llegado a plantear ideas hasta ahora inconcebibles como el cierre de fábricas en Alemania. Los de Wolfsburgo necesitan mejorar su rentabilidad y buscan cualquier solución para lograrlo. El último rumor apunta a que Volkswagen podría firmar un acuerdo al más puro estilo Stellantis. Una joint-venture con un fabricante chino que le permita vender en Europa coches eléctricos baratos, tal y como informan importantes medios alemanes.
China y Volkswagen llevan años trabajando estrechamente. La presencia de la marca alemana en el país se remonta a hace más de 40 años. Volkswagen fue una de las primeras marcas extranjeras en llegar a China, pero mucho ha cambiado la industria en estas cuatro décadas. Hoy China es el motor del mundo. Su industria es capaz de trabajar más que nadie. La electrificación ha supuesto toda una revolución. Hoy los fabricantes chinos superan con creces los productos alemanes. Muchas empresas, entre ellas Volkswagen, firman importantes acuerdos de colaboración para así poder sacar provecho de su avanzada tecnología. Los alemanes han sellado acuerdos con XPeng y con el Grupo SAIC, propietaria de marcas como MG.
Fabricación en Europa y sistemas mecánicos alternativos
En el último año, Volkswagen ha firmado importantes asociaciones como la que ahora les une a Rivian. El gasto, valorado en varios miles de millones, permitirá a los alemanes tener acceso a evolucionados sistemas extranjeros. Sin embargo, fuentes alemanas aseguran que en Wolfsburgo podrían estar planteándose la misma estrategia de sus rivales de Stellantis. Bajo el mando de Carlos Tavares, el conglomerado europeo firmó el año pasado un gran acuerdo con Leapmotor. El contrato contempló la creación de una empresa conjunta, controlada al 51% por los europeos, que exportaría vehículos de Leapmotor a Europa. Hoy, los primeros coches de Leapmotor ya pisan suelo europeo como una seria alternativa a modelos importantes como el Dacia Spring.
A Volkswagen le seduce esta idea y desde Alemania apuntan a que una delegación germana ya está buscando un socio con el que poder colaborar. Los chinos siempre se han visto atraídos por el mayor fabricante de Europa y no han sido pocos los intentos por hacerse con alguna de sus fábricas más deficitarias en el Viejo Continente, como la que Audi va a cerrar en Bruselas. Sin embargo, Alemania se niega a semejantes acuerdos, pero ve con buenos ojos la creación de una empresa conjunta que produzca y/o exporte coches chinos en Europa. Sería exactamente lo opuesto a lo que Volkswagen tuvo que hacer en China en 1983 cuando se vio obligado a asociarse con SAIC. China proporcionaría la tecnología y Volkswagen sus fábricas así como el gran peso de su nombre.
Por el momento no hay detalles concretos sobre una inminente firma de contrato, aunque cada vez hay más rumores al respecto. Volkswagen ve con buenos ojos no sólo la llegada de coches 100% eléctricos, sino también la incorporación de extensores de autonomía. Una tecnología a la que los alemanes no han prestado mucha atención y que puede convertirse en una solución alternativa muy interesante durante los próximos años. Es el mismo caso que ahora está aplicando Stellantis con sus primeros productos de Leapmotor en Europa. Tras la llegada de los eléctricos T03 y C10, la última incorporación a la familia ha sido el Leapmotor C10 REEV. Un SUV con extensor de rango que alcanza los 950 kilómetros de autonomía y que cuesta menos de 40.000 euros.