La nueva S2 Mulholland es la última creación de Livewire, la marca de motos eléctricas que ha sacado a la palestra Harley-Davidson que ya lleva más de 100 años (desde 1903) realizando motos de combustión con estética custom.
Fusionar el clasicismo de los modelos custom con la modernidad que supone realizar motos eléctricas es un desafío que la marca de Milwaukee parece haber sabido hacer: las Livewire heredan la esencia Harley con maestría.

La S2 Mulholland que acaba de lanzar ofrece una estética con pequeños toques deportivos, una mezcla que le sienta muy bien. Y lo más llamativo es el conjunto falso depósito-asiento: se abandona la característica forma de los depósitos de gasolina de Harley (tipo gota de lágrima) por una unidad de diseño muy estilizado.
La S2 Mulholland es para hacer curvas
La nueva moto no es un tren de mercancías: en Livewire destacan las capacidades para inclinarse en las curvas (curioso dato). Por ejemplo, se montan ruedas de 19'' delante y de 17'' detrás, con deportivos neumáticos Dunlop Sportmax Roadsmart IV que permiten a esta motocicleta inclinarse 55° y 50° (izquierda y derecha) en una conducción deportiva.

La Livewire S2 Mulholland es capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,3 segundos, con una velocidad máxima de 159 km/h: su motor, con 84 caballos de potencia (63 kW) y 263 Nm de par motor, son muchos para una moto que pesa 196 kg, no demasiados para el tipo de vehículo que es.

Cuatro son los modos aporte de potencia predefinidos: deportivo, carretera, auntonomía y lluvia, existiendo un quinto que es personalizable. La unidad dispone de un sistema de control de tracción C-TCS optimizado para funcionar también en curva, un C-ABS en ambas ruedas y un sistema de control de deslizamiento DSCS que evita que la rueda trasera se bolquee cuando entra en funcionamiento el sistema de frenada regenerativa.
La batería, por su parte, posee 10,5 kWh de capacidad, ofreciendo una autonomía en una ruta combinada a una media de 88 km/h de 146 km. La autonomía máxima (en ciudad) es de 194 km. Existen dos formas de recarga: con una toma rápida o con la habitual doméstica. Con la primera, podemos recargar la batería al 100% en poco más de dos horas. En el segundo caso, la S2 Mulholland necesitará hasta 9 horas.
Parte ciclo deportiva
Como decíamos, esta S2 Mulholland tiene aspectos deportivos muy bien integrados en la estética custom de Livewire. El chasis, por ejemplo, es de aluminio y a él se ancla un imponente basculante de aluminio fundido y asimétrico diseño que parece sacado de una MotoGP. Comprime a un amortiguador Showa con regulaciones en precarga y rebote. En la parte delantera nos encontramos con una horquilla invertida también de la firma Showa, con regulaciones varias y barras de 43 mm de diámetro.

El sistema de frenada es muy contundente: además del comentado C-ABS en ambas ruedas, delante nos encontramos con un imponente disco mordido por una pinza Monoblock de Brembo y detrás por una pinza más modesta de dos pistones.
La deportividad también se respira en la carrocería: destaca el colín integrado en la propia estructura del conjunto del asiento que recuerda a los de la motocicletas de carreras de mediados del siglo pasado. El portamatrículas pasa a estar anclado a la parte izquierda del basculante, aunque eso no es una novedad en Livewire.

Destacar que la marca asegura que la de esta S2 Mulholland es la primera que utiliza materiales sostenibles para la carrocería, el asiento (es de silicona) y los componentes plásticos secundarios: por ejemplo, las cubiertas del radiador y las cajas de cableado interno están fabricadas con nailon oceánico recogido de océanos de todo el mundo. Y en el color Blanco Lunar, los guardabarros delantero y trasero se fabrican utilizando bio-composite de cáñamo.

La nueva S2 Mulholland ya está disponible en nuestro país a un precio que parte de los 19.753 euros, una cifra en la línea del resto de motos de Livewire. Más información en: Livewire S2 Mulholland