Dicen que todo vuelve. Da igual la edad o el estilo de la tendencia, siempre acaba volviendo. En las décadas de los 60 y 70 los parajes playeros de Estados Unidos se llenaron de coches modificados con aspecto de buggy. Las transformaciones eran a cada cual más espectacular, pero, entre todas, Meyers Manx consiguió labrarse la mejor fama de todas. Tras desaparecer del mercado, la compañía ha resurgido de sus cenizas gracias a la electrificación. Hace un año presentaron su renacimiento y hoy nos ofrecen un producto igual, pero a la vez diferente.
La presentación ha tenido lugar en The Quail, uno de los muchos eventos celebrados en las jornadas de celebración de la Monterey Car Week. Un escenario idílico dada la categoría de la muestra. Como en todo buen Manx que se precie, el diseño es casi lo más importante. Un estilo que ya es famoso con líneas atrevidas y contundentes que dejan al aire un habitáculo para cuatro ocupantes que quedan protegidos exclusivamente por una cubierta de lona que puede quitarse rápidamente.
Por el momento, han sido pocos los datos que han trascendido del Meyers Manx Resorter, así se llama la criatura. Hay que tener en cuenta que, a diferencia del Manx que conocimos hace un año, el Resorte no se dirige al mismo tipo de uso lúdico para las dunas de la playa. En este caso, el enfoque es bien diferente. Se trata de un buggy normal y corriente que ha sido modificado para la ocasión. Hace apenas unos días te contábamos que muchos americanos están comprando típicos carritos de golf eléctricos como segundo coche. Entre ellos, destacará el Resorter.
Tampoco podemos confundirlo con un carrito normal y corriente, porque nada más lejos de la realidad. El buggy viene completamente modificado, hasta el punto de incluir suspensiones independientes en las cuatro ruedas, dirección asistida, frenado regenerativo y baterías de iones de litio de gran capacidad. También es capaz de incluir una bola de remolque con la que poder arrastrar objetos por el barrio. En cuanto a prestaciones, Meyers ha anunciado una velocidad punta máxima de 40 kilómetros por hora para así ajustarse a la homologación. En España, sería un rival directo del Citroën AMI, por ejemplo.
Sin embargo, el diseño, el nombre y la puesta a punto tienen un precio y no es excesivamente amable. El Meyers Manx Resorter comienza sus tarifas en los 49.000 dólares, previo pago de una reserva de 500 dólares en su página web. Es mucho dinero por un carrito eléctrico modificado para moverse por la ciudad o el barrio de forma muy exclusiva. A pesar de ese coste la compañía ha reconocido que las entregas pueden retrasarse por culpa de la elevada demanda. La empresa recomienda a los potenciales clientes hacer la reserva lo antes posible.