A la hora de comprar un coche, ya sea nuevo o viejo, el diseño o la apariencia sigue situándose como el principal argumento de decisión. La imagen lo es todo en el mundo del motor. A lo largo de la historia son bastantes los coches que han cautivado los corazones de millones de conductores en todo el mundo. En Francia quieren explotar esa vía sentimental para vender más coches eléctricos. Es la fórmula que Renault parece haber aceptado en sus últimos lanzamientos, pero ahora, lamentablemente, reconocen que uno de sus prototipos más atrevidos jamás verá la luz.
La década de los 70 no pasará a los anales de la historia por ser la mejor en cuanto a diseño de vehículos. La crisis del petróleo, así como otros problemas económicos internacionales hizo mella en las formas exageradas de los 60. La contención y el ahorro de costes marcaron la norma, pero aún así hubo ocasión de contemplar algunos diseños famosos. Renault lanzó unos cuantos, como el Renault 17. Un coupé, supuestamente deportivo, que durante los últimos años ha dudado si volver a lanzar. Un restomod que ahora sabemos no verá la luz.
El 17 eléctrico no tiene cabida en el mercado y por lo tanto no existirá
La llegada de Luca de Meo al despacho principal de la marca francesa ha venido acompañada de un cambio de estrategia total. Renault se ha enfocado en productos de volumen con un diseño muy concreto. En apenas un año hemos asistido a lanzamientos tan importantes como los nuevos Clio y Captur y a las presentaciones de Symbioz, Espace, Rafale, Renault 5 y Renault 4, por contar las más importantes. Una auténtica vorágine de presentaciones que podemos dividir fácilmente en dos estilos. Por un lado los vehículos ICE y por otro los eléctricos. de Meo ha apostado por el estilo retro para los coches más baratos del espectro eléctrico.
El Renault 5 está a punto de llegar a las calles, ya lo hemos probado. El Renault 4 hará lo propio a principios del próximo año y muchos esperaban que el siguiente en ver la luz fuese el Renault 17. El sorprendente restomod presentado hace unos días en el Salón de París sólo buscaba “hacer ruido”, tal y como ha reconocido Laurens van den Acker, jefe de diseño del Grupo Renault, a Autocar. Sin duda alguna un jarro de agua fría para aquellos que ya se estaban frotando las manos con comprarse uno. Obviamente, Renault quiere centrarse en segmentos más comerciales y teniendo en cuenta el estado de salud del mercado eléctrico, lo último que necesitan los franceses ahora es un coche de baja producción.
Luca de Meo quiere y necesita centrarse en el volumen. Democratizar la movilidad eléctrica es el gran reto y el primer paso se ha dado con el 5. El segundo es el Renault 4 y el siguiente, si nada lo impide, será el Renault Twingo remasterizado. van den Acker ha asegurado que “en cierto sentido estos modelos no son para nosotros -refiriéndose al R17-. Son para gente que compra la revista Vogue o lee el Monocle”. Revivir un modelo histórico es un proceso difícil, ha explicado, y para tener éxito, estas creaciones retro deben tener un atractivo universal, en lugar de dirigirse sólo a los entusiastas. "Son coches difíciles en el sentido de que están bien o están mal: o dan en el blanco o no.