China juega a un ritmo diferente al resto del mundo, en cualquier ámbito y especialmente con los coches eléctricos. Ha creado una industria propia capaz de generar los coches eléctricos más avanzados y con las baterías más innovadoras, y al mismo tiempo coches eléctricos asequibles para todos los públicos. El último ejemplo es este pequeño 4x4 que, de alguna manera, parece un Land Rover Defender en miniatura.
Se llama iCar V23 y, pese a lo que pueda parecer por su nombre, no es el iCar de Apple. Nada más lejos de la realidad. Estamos ante un pequeño SUV eléctrico del grupo Chery que tiene un objetivo de mercado muy claro: el público más joven.
El Land Rover Defender y el Mercedes Clase G se venden como churros entre los más adinerados, pero quedan lejos del alcance de la mayoría. Con un Suzuki Jimny de gasolina tendrás más problemas para circular por las grandes urbes (y probablemente también más inconvenientes a nivel fiscal), así que este iCar V23 es la mejor solución a esos problemas.
El iCar V23 está dirigido a los jóvenes. Tiene un diseño muy pintón, con detalles que casualmente pueden recordar a otros modelos de los citados antes, y mucha tecnología, algo a lo que los jóvenes dan mucha importancia. Pero también ofrece unas prestaciones más que notables.
Existen tres versiones. Las dos más económicas tienen un solo motor eléctrico y ofrecen 136 CV de potencia (100 kW) y 180 Nm de par. También existe una versión con dos motores y tracción total, que ofrece 211 caballos (155 kW) de potencia y 292 Nm de par.
Tres tamaños diferentes para la batería: la versión de acceso lleva una batería de 47 kWh; la siguiente versión monta una batería de 60 kWh y la tope de gama lleva una batería de 82 kWh, todas ellas con tecnología LFP (litio-ferrofosfato).
Estas baterías ofrecen 301, 401 y 501 kilómetros de autonomía con una carga completa, respectivamente, según el ciclo de homologación chino CLTC. Sabemos que este ciclo de homologación es demasiado optimista, pero aun así, son muy buenas cifras para el precio que tiene el coche.
Y es que el más barato cuesta sólo 13.000 euros al cambio (99.800 RMB). La versión más cara, con tracción total, cuesta 18.300 euros al cambio ¡con una batería de 82 kWh! Definitivamente, China juega en otra liga.
Además, no podemos olvidar las prestaciones off-road: tiene 210 mm de altura libre al suelo, un ángulo de ataque de 43º y un ángulo de salida de 41º. Quien quiera llevarlo al campo, podrá hacerlo sin miedo.