Como bien es conocido por todos, Donald Trump fue elegido para presidir el Gobierno de Estados Unidos. El nuevo ejecutivo tomará el cargo el próximo lunes 20 de enero de 2025 y su proyecto político ya ha sido oficializado en numerosas ocasiones. Una de las principales cuestiones que abordará el nuevo gobierno es aumentar el proteccionismo comercial del país para atraer así a empresas extranjeras a producir dentro de sus fronteras. Esto es algo que afectará a todas.
Hace unos meses, el propio Trump, ya afirmó que espera que las compañías automovilísticas alemanas trasladen sus operaciones (o parte de ellas) hasta Estados Unidos. De lo contrario, se enfrentan a posibles aranceles a la importación y venta de estos modelos dentro del país norteamericano. Desde ACEA (Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa) ya han anunciado que, ante esto, su principal prioridad será evitar una guerra comercial.
ACEA pide acuerdos inmediatos entre la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos
Bien es sabido que hace unos meses, aún bajo la administración de Joe Biden, se implantaron los mayores aranceles a la importación de coches eléctricos chinos. Tanto fue así que su medida fue la imposición del 100%. Esto hizo que los modelos orientales fuesen directamente imposibles de comercializar allí. Y esto es algo a lo que los fabricantes europeos no quieren verse enfrentados.
El recientemente nombrado presidente de ACEA (y también CEO de Mercedes-Benz), Ola Källenius, aseguró lo siguiente al respecto en un comunicado reciente: “Seria muy perjudicial desde el punto de vista económico para la Unión Europea y para la industria automovilística europea”.
Concretamente, Källenius presentó una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que es primordial alcanzar acuerdos cuanto antes con la administración Trump: “Es primordial evitar un posible conflicto comercial. Cuanto más libres y abiertos sean los mercados, mejor para la industria automovilística europea”.
A día de hoy la industria automovilística del Viejo Continente no está pasando por sus mejores momentos. El pasado año 2024 se impusieron los aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos, lo que provocó ciertas repercusiones también en las propias marcas europeas, pues muchas de ellas producen sus vehículos en el país oriental como método de ahorro de costes.
Del mismo modo, en el presente 2025 se ha oficializado el nuevo límite de emisiones medias para las compañías automovilísticas. Esto provocará que muchas de ellas se vean abocadas al pago de multas millonarias, algo de lo que se han puesto en contra numerosas de estas empresas, ya que el dinero que se pierda en sanciones será un montante que no irá a parar al desarrollo de nuevas tecnologías, entre otras cosas.
Por todo ello, Ola Källenius exige a la Unión Europea “grandes acuerdos” con el Gobierno de Estados Unidos para poder así evitar aranceles a la venta de sus vehículos en el país norteamericano. Como mera referencia, para Mercedes-Benz, Estados Unidos supuso una cuota de ventas del 15% de las cifras mundiales de la marca en 2024.
Ursula Von der Leyen se ha comprometido abiertamente a iniciar las conversaciones entre el nuevo gobierno de Trump y las diferentes firmas del sector “en las próximas semanas”. Por otro lado, Stéphane Sejourné, comisario europeo de Estrategia Industrial, acudió el pasado día 16 de enero a una reunión en Stuttgart con ACEA, para escuchar las diferentes propuestas del sector.